28.12.10

Tierra.

Ha huído de estos barrios, de estas calles, de estos pueblos.
Se fuga, como capitales, como golondrinas;
la esperanza abandona ésta, mi Latinoamérica,
o bien calla, sepulta bajo la tierra húmeda de la selva.

Desde la higuera caminan hormigas, miles de hormigas.
Si se abriese la tierra de esta tierra
tantos rasguñarían las puertas de la santidad,
que el infierno quedaría libre para nosotros,
y sus ángeles verían con envidia.

Suave letanía murmuras, pueblo,
con tu tierna desconfianza.
¿O son acaso los futuros que abortan
los silenciosos pasos de tus calles vacías?
Agoniza el sueño
pero hay labios recorriéndote
por los que habla la esperanza.

Rajemos pues, la poética fotografía.
Descarnemos el dulce recuerdo.
Trizemos las ventanas de la mentira.
Pisemos la europea belleza de sus flores,
que alcanzaremos la libertad sólo
con el fuego que descongela los muertos.

Despierta, amiga mía, Latinoamérica mía,
que si nos forjaron a garrote y culpa
nos destemplaremos a fusil y alegría.
Que su tierna hermosura
arderá con llamas del color de tus entrañas.

Despierta, amiga mía, que te quiero.

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