29.1.09

Así parte todo:

horizontalmente, tal cual yazgo en este desierto insólito. Peperina, duquesa circense de este mundo podrido, se me acercó un par de veces con disparates. los viajes parecen personificarse y hacerse entes crudamente sabios. nunca se supuso que debiésemos ser tantos, o al menos nunca ver todo esto, nunca se supuso. la manía del más viejo del puerto era matar moscas. hay un claro deleite en la Puta Nada que es mucho más que nada pero gran parte es confusión pura, distorsión tanta, persuasión otra, aparentar más, más aún y un “a ver, ¿quién sabe más?” Ármate de paciencia, mujer, hay gente afuera que chacharea y no te espera salvo por la utilidad que ven en ti… en eso mismo está La Espléndida e Inerte Vida Aculta de los Cultos: otra faceta, otro disfraz; el mismo pescuezo.
no hay libertad pre-escrita, no hay libertad predeterminada, ni definida ni detenida- si no, no es libertad. La libertad se reniega a sí; continua invención de su propia existencia inadvertida, no hay punto final, no hay meta.
ya salté al agua y estoy mojada.

28.1.09

GUNDESTROP

Now i can imagine, why all good children go to heaven...

Es la inimaginable jauría de Gabriel...

Tropezones, cansados de andar
se cubren de piel, muerden al caminar
cambiar, cambiar, al final todos se van.

Colmillo, garra y amor
deseo de protección,
al final, cuando todos se van,
-"por fin".

There is no reason, there is no reason
is just like a season,
there.

Simplemente, como palabras al viento
signifiquen lo que signifiquen
el truco está, no en la carta por cierto
pero en los ojos que la entregan.

Me gustaría imitar el efecto de un coro de risas infinito mientras se lee este poema..
lo intentare:

(En el fondo, un coro infinito de risas, parecen ser confundidas con gritos orgasmicos;
por favor, repetir los ultimos 10 segundos de Bike del Piper de pink floyd -ignorar el ganso)

Realmente estas palabras no tienen sentido,
¿entienden?

Manifiesto.

Mantengo la firmeza en este lento camino sin retorno.
Sin retorno, sin retorno, sólo este camino es sin retorno.
Como ratones enceguecidos por el hambre,
Como árboles que no olvidan la luz,
Hipocritamente paralelos, nuestros caminos llegan
a diez mil encrucijadas absolutas.
Lisan-al-Gaib, cada uno de nosotros.
Transformemos las verdades en bacterias, en plagas,
en insoportables soles que quemen los ojos ignorantes.
El contrato indisoluble fue firmado hace siglos,
cuando el primero de nosotros miro las olas
y se reflejó en el espiritú de un viento
que se llevaba sus palabras hacia el ethos de la Tierra.

Somos los hijos de una muerte,
los asesinos de una historia.

Esta voz será escuchada en todas partes.

27.1.09

freestyle

me tome algo,
para empezar a vivir otra temporalidad
una especial espacialidad

lo decidí y que se cagué!
para rehabilitar mi ego
alla la energía acaricia y no quema

puño y vereda
solera y soledad

esto no existe más! Mierda de espacio
donde se sintetizan las generalidades
que me descuartizan!

porque me regenero,
donde se alucina el cielo limpio
donde se abraza el calor del que comparte el presente
mas fuerte! mas fuerte!
abracemonos en el mas allá
¿quieres alucinar como nosotros?

me desdoblo en un colectivo
que colectiviza mi ego
yo soy porque ellos y alla son los ingredientes




que droga mas potente e irrenunciable!
¿que afectara!? que me hace volar y vomitar
que será
pero su efecto se acaba
por la puta
quiero que sea eterno

me tomare la wea,
me topare al diablo
a dios
porque se que aca ni un membrillo

me tome la libertad de volver al sur ajjajajka
me cago en santiago, salud !
Bernardo se alimenta de vidrios. no es como el mago que una vez vi en la tele, que los comía.
Bernardo no sólo los come, sino que se alimenta de ellos. es extraño, él mismo lo reconoce. no sabe cuando ni porqué comenzó; desde sus primeros recuerdos, tiene vívidas imágenes, como sus amiguitos comían tierra y hormigas, él hurgaba en la arena y mascaba los vidrios, su saliva los diluía y bajaban por su garganta. fuertes dientes, garganta y estómago pienso yo. pero resulta que a Bernardo le caen mal todos los otros alimentos. come papas, tortillas, o un simple plan blanco y se marea, se siente intoxicado, e inexorablemente su cuerpo termina expulsando todo aquello que no sea vidrio.
pero bueno, esta -extremadamente- particular característica de Bernardo no es el meollo del asunto. una vez le pregunté si había consultado sobre su condición, y me dijo que ningun médico, especialista, psíquico, terapeuta magnético ni nadie había logrado explicarle bien cómo era aquello posible, o porqué.
así que lo tenía aceptado como parte de él, como quien es daltónico o nace con un riñón menos.
a Bernardo lo conocí hace como 10 u 11 años, cuando ambos trabajabamos en la consultora de riesgos de una compañía de seguros de la ciudad. yo llevaba en esa sección ya como 5 años, a él lo transfirieron de otra oficina y se llegó a instalar en el escritorio contiguo al mío.
al principio era bastante tímido, pero de a poco comenzamos a hacernos amigos. lo extraño era que para la hora de colación, Bernardo siempre prefería quedarse trabajando. trabajólico, huraño, extraño. esas palabras resonaban en cuchicheos por la oficina.
luego de como 2 años de tranquila y agradable convivencia laboral, ya que la convivencia nunca se daba con Bernardo más allá de los muros de la oficina, lo insté -casi aguardando su negativa- a acompañarme a almorzar.y me dijo que bueno. así fuimos a un boliche tranquilo a un par de cuadras. y me contó de su condición. la cual no creí, claramente, hasta presenciarla in situ.
y así, por varios años, estuvimos en apacible compañerismo y creciente amistad.
yo, y más nadie -por el trabajo al menos-, en información de sus peculiares necesidades nutricionales. pero pasó a ser normal; tan sólo un aspecto de Bernardo. para mi también, como quien tiene un amigo con daltonismo, o uno con un riñón menos, o con pie plano. Bernardo y los vidrios.
el 21 de agosto del año pasado, Bernardo empezó a dejar de acompañarme a almorzar. fue así, de un día para otro, tajantemente el ritual acabado.
el primer día de su negativa inexplicada no le di mayores vueltas. al segundo, comenzé a especular. al 5º ya me dije algo sucedía.
y es que Bernardo estaba cada día más evasivo y rehuyente. andaba muy distraído siempre, y presentí ocultaba algo. desde ese mismo lunes, en la oficina habían estado desapareciendo algunas máquinas fotocopiadoras, impresoras, monitores y otros implementos. y nadie se explicaba bien cómo los habían robado, ya que no había registros en las grabaciones de alguien ajeno sacándolos en la noche, ni de alguien de la oficina llevándoselos al final de la jornada. simplemente, cada día por la mañana, alguna maquinaria había desaparecido. empezaron a interrogar a los vendedores, secretarias, juniors en busca de alguna pista o temblor particular que delatase, y nada. Bernardo andaba muy nervioso, y salió sudando de la interrogación de Ramirez. pero, como con todos, no había prueba alguna de nada.
el martes siguiente, llegué a mi oficina y el computador de Bernardo había desaparecido. el mío tampoco estaba.
descarté de inmediato que hubiese sido él.
para el viernes, todas las impresoras de la oficina, fotocopiadoras, faxes, 2/3 de los computadores y hasta los teléfonos habían desaparecido.
bernardo el lunes no llegó. me enteré había renunciado.
lo fuí a ver a su casa algunos días después.
me confesó todo. el 3 de agosto había desayunado, como siempre, y su cuerpo había reaccionado inusualmente. así como con el pan, luego de nauseas, mareos, malestares y convulsiones, su cuerpo expulsó todos los vidrios hasta dejarlo seco en el piso.
y así había sido por un par de días cada vez que intentaba comer algo. hambriento, sin saber que hacer, probó con todo tipo de cosas y alimentos y nada. hasta llegar al cable de su teléfono.
y el teléfono. y el control remoto. y la radio. y luego el televisor. y luego su computador.
hambriento por los días de estómago vaciado, acabó con todo equipo mediático que había en su casa.
los días siguientes, sin saber que comer, buscaba en los desechos de tiendas de electrónica y comió migajas de chips, trozos de cables y tapas viejas de impresoras. pero su estómago no dejaba de tronar.
compró algunas baratijas, pero no podía llevar ese ritmo de gastos.
y así fue, como un día, antes de irse a su casa luego del trabajo, comió a oscuras una vieja impresora olvidada en una bodega. y así, con un par de trastos viejos, por unos días. pero pronto acabaron. luego fue por el teléfono de la Marta. luego el fax de José. luego el CPU del computador de contabilidad. y así, hasta hacer desaparecer gran parte del equipamiento de la oficina. y claro, nadie lo notó. Bernardo salía por las noches igual a como entraba por las mañanas. sólo con su maletin.

la amistad, sin el cotidiano compañerismo, pronto se fue diluyendo. no supe de Bernardo hasta varios años más tarde, en un encuentro casual por la ciudad. me dijo había estado trabajando un par de años en un lugar de reciclaje de desperdicios electrónicos. y el año pasado había tenido que cambiarse a una fábrica que procesaba celulosa. después de un par de cordiales frases de buenos deseos, cada cual siguió su camino.

la última vez que supe de él, fue por medio de un conocido en común. me dijo Bernardo había estado cambiando de trabajo cada vez por un lapso menor, duraba cada vez menos en cada pega. al parecer, ahora estaba en una morgue.

Hasta donde.

Hasta donde pudiese llegar me lleva este bus.
Mas allá, más allá
Allá donde no sabré volver.
Allá donde grises campanas
tañen pidiendo por mí.

Hasta donde soporte me lleva este tren.
En sus vías romanas, sus calzadas de serpientes.
Con sus durmientes de miel,
y sus malditos rieles ardiendo.

Hasta aquí llego yo, digo.
Hasta aquí alcanza mi memoria.
Hasta aquí mis palabras.
No prometo nada.

15.1.09

Blugloptrips

Aquí estoy sentado en mi ventana
Y el pasto se refleja en mi mirada,
Lejos las rosas salen a cantar la noche
Y la adormidera florece en cada pétalo de mi ser.

Los ruidos se distancian a la ves que se transforman
En una leve tonada que parece marcar el paso de los años
O de los días, ¿Qué más da cuando estas adormecido?
La luna preferiría controlar menos de lo que tiene a cargo
Y el sol busca ostentar más de lo que alumbra
Y entre tanto deslunmbre y lumbre
Nadie se fija en las pequeñas manchas
Esas que buscan al ciego
Esas que llegan al corazón
Y al oido de un mortal adormecido.

12.1.09

juego de límites de bordes desbordantes y la voluntad momentánea, intravenosa…hay que ser injusta y reclamar justicia. maldije y maldigo los parámetros impuestos, sobretodo esos barsas ensartados en las bocas sin desnudo.
hay pelos largos cafés por todo este suelo, míos todos, ni uno ajeno. miro el cuerpo y siento que falta piel, o tal vez se esconde piel en recovecos inexplorables porque aquí no hay corteza, qué belleza ineludible- uñas y escamas, todas las escamas de la piel, todos los puntos de calce y ajuste ¿cómo se arma este cuerpo? ¿cómo se tiñe? ¿cómo se separa y cómo se figura ante los ojos tan distinto a como se huele? sentir ambivalente, nunca te conoceré de otro modo
cuerpo en manifiesto
Excelencia y nada sensata; has venido a reclamar lo tuyo. eso no existe.
el peso, el peso de mi peso, de mis huesos, de sus usos y de los husos donde se confeccionan las venas- cavidad de sangre, cavidad de encanto: levedad ambulante
mujer plena, cuerpo insurrecto de la mente rendida, cuerpo insurgente

6.1.09

Salaam Shalom.

Me avergüenza mi pueblo.
Mi sangre.
Mi nombre.

Son como
Cerdos prohibidos,
Como perros,
Como Ramsés.

Pero al final todo eso
no importa. No importa.
Lo que importa son los niños
que pierden sus ojos negros
y se van con Allah
demasiado pronto.
Lo que importa son
los niños que se despiden
de sus hermanos.

Ellos no entienden nada.
No entienden a Allah,
No me entienden a mí,
No entienden jamás.
Lo único que saben
es que las bombas
las tiran los hebreos.

5.1.09

Belia Blu

-Ivanóvic –ladró el sujeto más alto de todos, estrujándole la mano.
-emm… mucho gusto
Los cuatro individuos que acababan de entrar se sentaron alrededor de la mesa y corrieron el florero para dejar el vodka y las cartas. Inmediata y sincrónicamente sacaron enormes cigarros negros y se pusieron a fumar y a reír, mientras Nadia iba a por vasos a la cocina. Pachito partió detrás de ella.

-¿Qué hacen ellos aquí? –le exigió en voz baja- Nunca los había visto antes.
Nadia se demoró en contestar, parecía muy atareada con los vasos.
-Te dije que vendrían –le respondió, sin mirarlo-. Han llegado esta tarde a Chicago. El sr. Ivanovic es el jefe del departamento de inteligencia, gracias a él estás vivo.
-Ah si, el que casi me saca el brazo –dijo Pachito-. Que tipo más arrogante. ¿Y qué han venido a hacer aquí?
Se escuchó una fuerte risotada proveniente de la sala de estar. Alguien estaba contando un chiste o algo así, y las risas iban en aumento a medida que el chiste progresaba.
-Lo de friedman, ¿recuerdas? –le dijo Nadia sacando el último vaso y asegurándose de que estuviera limpio-. Se ha filtrado una información importante.
-¿Qué información importante? ¿Puedes ser un poco más explícita? ¡También necesito saber estas cosas!
-Todo a su tiempo.
Pachito suspiró. Esto de ser espía le había enseñado a mantener la compostura.
-¿Y los demás quienes son?
Nadia estaba ahora analizando los vasos, mirándolos de arriba abajo. Todo parecía en orden.
-El de bigote es el sr. Igor Jaritónov, era francotirador en la guerra. Se jacta de haber matado a más de mil enemigos del pueblo –Nadia sacó un paño de un cajón y se puso a lustrar los vasos-. El otro que está hablando es Nikita Kaspárov. Se mete el cigarro encendido dentro de la boca y te lo devuelve, aún encendido –Nadia terminó de lustrar los vasos-. Y, finalmente, el que está al lado suyo es su hijo, Alexandr. ¿Satisfecho?
Nadia le puso los cuatro vasos en las manos a Pachito y le dio la espalda.
-Llévaselos antes de que se impacienten, yo voy a buscar el coñac. Odio el vodka.

Cuando Pachito volvió a la sala de estar con los vasos, el chiste había terminado. El sr. Ivánovic tomó la botella y comenzó a servir el vodka. Nikita estaba arreglando el mazo de cartas, mientras el sujeto llamado Igor le hablaba a Alexandr de algo serio, parecía estar aconsejándolo sobre algo. Alexandr miraba al suelo y asentía.
Ivánovic le dirigió la mirada.
-¿Piotr?
-En qué puedo ayudarlo, sr. Ivanóvic.
-Esta noche le va a pasar algo.
Pachito no supo que decir. Ivánovic lo miraba serio, con sus ojos profundamente azules.
-Más tarde conversamos
-Ya está todo listo –los interrumpió Nikita-. Igor sirve el Quipetoc.
-Quipetoc hoy y Quipetoc mañana –dijo Igor y comenzó a barajar el mazo. Repartió dos cartas a cada uno y puso el mazo en el centro de la mesa. Los cuatro miraron sus cartas, intrigantes, y luego se miraron de reojo entre ellos.
-tu das el primer sorbo, Alexandr –le ordenó Igor.
-El agua está muy caliente –repondió Alexandr
-¡Ajá! –gritó Nikita desde el otro lado de la mesa- en ese caso, me pongo a dieta.
Pachito alcanzó a ver que le guiñaba un ojo a su hijo Alexandr, quién, al advertir el gesto, volvió a mirar sus cartas.
-Malditos cobardes –refunfuñó Igor- Valentín, ¿Está nevando?
-tres centímetros de nieve –respondió Ivanóvic.
-me quemo entonces –dijo enojado y tiró una de sus cartas a la mesa. Era un sacerdote.
-Interesante –se dijo Nikita a si mismo, mientras tiraba una de sus cartas sobre la carta de Igor. Era un patíbulo.
Todos se estremecieron ante la carta. Sin decir nada, Alexandr tiró sus dos cartas sobre la mesa: un zar y una botella vacía.
-¡Hay juicio! –dijeron todos al unísono y comenzaron a entonar un himno ruso que le puso a Pachito la carne de gallina. Era un juego realmente esquizofrénico, había decidido Pachito justo en el momento en que llegó Nadia con el coñac y dos vasos.
-¡El Quipetoc está hirviendo! –gritó Alexandr.
-¡Me quemo la lengua! ¡Me quemo! Jajaja –dijo Nikita y todos se largaron a reír.
-Quémate con esto –le dijo Ivánovic amenazante y tiró una de sus cartas. Otra botella vacía.
-Te estás muriendo de hambre, Valentín- le dijo Nikita, burlón-. Exijo cadena perpetua.
-Exijo pena de muerte –le dijo Igor, amenazante-. ¿Qué tal?
-El campo de concentración está lleno, usté no se meta en peleas de perros grandes –le dijo Nikita
-¿Aceptas o no? –le exigió Igor.

Nadia había ido a sentarse en el diván, junto a las plantas, para servir el coñac.
-¿A qué juegan? –le preguntó Pachito, tomando su vaso de coñac.
-Quipetoc –respondió Nadia-. Un juego de veteranos de guerra. Se jugaba en los campos de concentración, como te imaginarás.
-Que juego más raro.
Nikita dejó escapar una gran risotada mientras Igor tiraba las cartas a la mesa con verdadero enfado.
-Déjalos que jueguen –dijo Nadia-. Hace mucho tiempo que no se veían.
-¿Estás segura de que el juego no acaban de inventar?
-En cierta forma sí lo han hecho Las pocas reglas que tiene se van perdiendo a medida que avanza el juego. Es complicado. El Quipetoc es un juego en el que nadie tiene la última palabra –Nadia bebió un sorbo y observó a Ivanóvic que imitaba el caminar de un gallo-. Pero yo no sé, en realidad esa cosa sólo la entienden los siberianos. Están todos locos.
-¡Rasputín quiere follar! –gritó Nikita
-¡Escondan a las mujeres de la corte! –gritó Ivanóvic y tiró el mazo al suelo, desparramando todas las cartas.

Cuando la partida terminó, se sentaron los seis a la mesa, para tratar asuntos serios. Ivanóvic sacó una carpeta de su abrigo y la dejó sobre la mesa.
-Bueno, camaradas –comenzó-. Esta noche tenemos que revisar un par de asuntos de suma seriedad.
Todos asintieron.
-Bueno, vamos al grano. El paradero de Friedman ha dejado de ser un misterio –abrió la carpeta y buscó unas fotos.
-Estas fotos son de 1960, pero eso no va a al caso –en las fotos aparecía un gran edificio camuflado en medio de las montañas, un paisaje del todo tejano- Long Winston Creek, un viejo laboratorio que fue usado durante la segunda guerra mundial para probar el famoso antídoto T con humanos. En 1947, después de la guerra, comenzaron a circular rumores sobre cosas escalofriantes que habían estado ocurriendo allí dentro. Ese mismo año la cerraron y no se supo nada más del asunto. En 1960 un tipo llamado Syd Bellilard había comenzado a recopilar información sobre el caso. Quería hacer un documental. Después de un tiempo desapareció y no se supo nada más de él. Estas fotos las había tomado él –Pachito observó las fotos. El laboratorio era un lugar escalofriante, toda presencia humana resultaba inimaginable en un lugar como ese. Todos guardaron silencio. Ivanóvic carraspeó y prosiguió-. Lo que Bellilard descubrió y no alcanzó a publicar antes de desaparecer es que, a pesar de que el laboratorio dejó de funcionar en 1947, sus instalaciones siguieron siendo utilizadas para almacenar una sustancia que entre los entendidos se conoce como manega. Lo secretan los humanos y las ratas bajo ciertas condiciones. Es un arma biológica que funciona entorpeciendo ciertas capacidades esenciales para mantener la cordura. Un arma silenciosa, lenta, eficaz y aterradora. Bomba Belia Blu.
Volvió a surgir el mismo silencio incómodo que fue roto por la carraspera de Ivanóvic.
-Creemos que Friedman está en el laboratorio –agregó finalmente. Luego miró a Nadia-. Y otra cosa –volvió a abrir la carpeta y sacó una fotografía donde aparecía un rostro familiar-. Este es Gregor, alias Vincent Vaima, creo que ya lo conocen.
Pachito se sobresaltó. Nadia frunció el entrecejo y miró de reojo la fotografía.
-Ya es hora de que lo sepan. Gregor es uno de nuestros encuerados, pero él no lo sabe. Hace unos años, antes de que lo trajéramos a los estados unidos, Gregor había caído en la cárcel por doble homicidio. Mató con sus propias manos a dos campesinos siberianos que lo sorprendieron robando con las manos en la masa. Lo encontramos y lo apadrinamos. Pasó por un proceso de lavado cerebral y se le otorgó una nueva identidad. Familia de campesinos de Missisipi, adicto a la heroína, americano patriota, etc. Dejamos que hiciera su vida aquí en Chicago sabiendo que tarde o temprano terminaría trabajando con la CIA. Nuestro control sobre su persona era absoluto; todas las personas que le rodean trabajan para nosotros: Freddy, el del bar, su ex-novia Diana, Albert… –sacó unos papeles de la carpeta-. Aquí están todas las direcciones que podrían necesitar. No sabemos si Gregor aún sigue vivo, averígüenlo. Si está vivo, háganmelo saber.

El departamento había quedado mucho más silencioso sin los rusos. Nadia había encendido el equipo y estaba sintonizando la radio a ver si encontraba algo bueno. Pachito llenó los vasos.
-Qué triste lo de Vaima –dijo, mientras encendía un cigarrillo.
Música country.
-Hay algo raro en todo esto. Tengo un mal presentimiento.
Una de los beatles, época yeah-yeah. No en ese momento.
-Esperemos a ver que pasa.
-Por lo pronto hay que encontrar a Vaima. Creo que sé donde podría estar.
Leadbelly. Sí, leadbelly.
-Nadia?
-Qué pasa
-¿Qué significa Belia Blu?
-Como no vas saber
-Lo olvidé
-Te amo
-¿Qué?
-Significa te amo, tonto.

No quedaba más coñac, de todas maneras.



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feliz 2009 camaradas comuneros,
les deseo mucha prosperidad, mucha fortuna, muchas secreciones nuevas en su sangre, mucho swing, funk, slap, doble pedalera, y que no se termine el delirio rockstar todavía

aun queda mucho jugo por dar
y ademas walt whitman (cuya barba es más brigida que la de marx) dice : no dejes nunca de soñar / porque en sueños es libre el hombre.

che

1.1.09

Espía Soviético VIII - Nadie como Nadia.

Cuando Pachito despertó, no estaba en su departamento. Sintió desconcierto por un momento, hasta que un par de ojos verdes lo miraron desde la puerta y los recuerdos de la noche anterior se abalanzaron atropellándolo. Corrió los ojos, sobresaltado, y abrió la boca para decir una estupidez.
- Eres un imbécil- le dijo Nadia sin esperar -Podrían habernos matado a los dos.
- Eeeh...
- ¿Que te dio la idea de llevar a Vaima a verme? ¿Acaso tu crees que NADIE sabe que estás aca?
El dolor de cabeza no lo dejaba pensar. Por otra parte, estaba en el departamento de Nadia, que al margen de la misión era una cuestión bastante interesante. Definitivamente, no puedo pensar. Intentó hacer un rápido recuento de lo que había sucedido. Había escuchado los balazos y había corrido hacia detrás del escenario. Antes de que pudiese hacer nada una mano suave y enérgica lo había metido a un camerino lleno de plumas y pezones y gritos, y vio a Nadia que se vestía rápidamente y lo arrastraba por una puerta hacia el callejón. Habían agarrado un taxi hacia el otro lado de la ciudad y él se desmayó poco después de entrar al edificio. Definitivamente, si soy un imbécil.
- Definitivamente, sí soy un imbécil - le dijo a Nadia en voz alta. - Lo siento, pensé que las cosas saldrían de otra manera. - ¿Como mierda dije eso? Maldita absenta.
- Nevermind. Alguien se llevó a Vaima, y esperemos que lo hayan matado. Ya no podrás volver a tu departamento, hay que contactar a alguno de los demás para que recoja tus cosas.
- Necesito llamar a Moscú - dijo Pachito, aun aturdido por el absenta.
- Claro que necesitas llamar a Moscú. Pero no puedes. Aquí estamos solos. Los demás llegarán en una hora para discutir que hacer con Friedman. Estamos en peligro, ¿entiendes?-suspiró resignada y agregó: -Ven a comer algo.

Pachito comió las mejores pastas que había probado desde su infancia en Santiago. Y ahí estaba, jugando a los espías y enamorándose de una mujer de la cual no sabía ni siquiera su verdadero nombre, mientras la CIA los buscaba por Chicago y Milton Friedman seguía caminando. Definitivamente, sí soy un imbécil. Pero sólo podía sentirse feliz. Conversó y rió toda la hora que esperaron con Nadia, hasta que tocaron la puerta con apremio, y cuatro preocupadas caras eslavas inundaron el ambiente, haciéndolo sentir pequeño, muy pequeño.

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Esto, ya estaba bueno de las vacaciones de la KGB.

Feliz año comuneros.

viajecillos

No me mires con esos ojos globalizados,
Quiero vivir en un canal oscuro con la tirapiedra traicionera.

Ese es mi problema
la excomunión es latente, lo sé!

Quiero abrazar la idea de perderme en un encuentro contigo
pero más quiero abrazarte a tí: chumanga de los canales.

Quiero la mermelada de ruibarbo de tus hermanas mayores
quiero el café con leche, con miel y marihuana
ese que nos prometieron tantas estrellas del rock y tantos falsos profetas

Vivir aquí es muy fácil,
quiero más y menos horas de luz
quiero anticipar tus florecimientos

alucinemos que la orquesta del viento pampa
es el primer y ultimo trompetazo
ese toque,
todo el mito del universo
y tu caminando conmigo en contra del viento